Así fue el Encuentro por la Vida en Puerto Montt

 

All alero del Arzobispado de Puerto Monnt, y sus pastorales de educación y la familia, más de 300 personas, de las más diversas edades, grupos y condiciones (incluso evangélicos y también personas del mundo académico y librepensadores), se congregaron en la plaza de armas de Puerto Montt, para testimoniar un sí a la vida y su rechazo a la ley de aborto presentada por el ejecutivo y que se encuentra en el Congreso.
El programa fue diseñado para entretener e informar, ya que junto con la música y la participación de «La Pachi» (Una de las finalistas de «Talento Chileno») expusieron un médico y una sicóloga, que adhieren a los postulados en favor del derecho a la vida que promueve la Iglesia. Además, se habilitó un espacio con paneles para que la Pastoral Familiar, así como algunas organizaciones y grupos pro-vida de Puerto Montt pudieran exponer sus acciones a nivel local.
Por expresa instrucción de Monseñor Caro se dispusieron voluntarios que recolectaron firmas para el «Manifiesto Médico».
Cabe señalar que dentro del público asistente se encontraba la abuela de la niña Belén (que recordemos decidió continuar con su embarazo producto de abuso sexual por parte de su padrastro) , quien quiso estar presente en este encuentro, y que para agradecer el apoyo recibido de parte de organizaciones de Iglesia trajo desde Frutillar una donación con ropa de bebe, la que se hizo llegar al Arzobispado para que pueda distribuirse a través de la Pastoral Social.
Una idea interesante, surgida durante las reuniones, y que por su importancia y particular carisma se me pidió señalar, es la conformación de una «Pastoral de la Vida» la que tendría como objetivo asumir de manera específica esta misión.
A todas luces la actividad superó las expectativas, pues al menos se triplicó el número de asistentes, en comparación con otras acciones desarrolladas años anteriores, por lo cual creemos que gracias al llamado hecho desde la Diócesis  se van a sumar más voluntades a esta misión, a la cual nos convoca la Iglesia y el santo padre, Francisco.