El Papa, a la madre de un niño chileno con anencefalia: «Me hace bien su coherencia de vida»

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A Bernardita Vial le ha tocado muy de cerca el debate sobre la despenalización del aborto en Chile. Mientras se debate la nueva ley, ella vivía los últimos meses de un bebé con anencefalia, que murió a los 40 minutos de nacer. El mismo día de su entierro, recibió una carta del Papa Francisco en la que le agradece su testimonio de amor a la vida.

El Papa Francisco ha vuelto a poner luz en el debate sobre el aborto. Esta vez en Chile, al escribir una carta a la madre de un niño con anencefalia.

Bernardita Vial había escrito al Santo Padre contándole que estaba esperando un hijo que, al carecer de un cerebro y un cráneo bien desarrollados, seguramente moriría a los pocos minutos de nacer. En su respuesta -según informa revista Alfa y Omega de España-, el Papa le dice: «He recibido su carta, en la que percibo la fortaleza con la que está afrontando este período de su vida, ciertamente especial: son momentos difíciles. Le agradezco de corazón este gesto de confianza. Que el Señor le pague la delicadeza de enviármela. Le agradezco su testimonio. Me conmueve y me hace bien su amor de madre y su coherencia de vida».

«Le aseguro –continúa el Pontífice– que cuenta con mi cercanía y oración. Pediré por usted y por su familia, así como también por los que comparten el compromiso cristiano en favor de la vida, en cualquier circunstancia en la que se encuentre y le diré al Señor que la siga fortaleciendo, que su presencia sea su fortaleza en estos momentos y le ayude a ser testigo del amor misericordioso de Dios para quienes pasan por similares circunstancias. Y, por favor, le pido que no se olvide de rezar por mí. Que Jesús la bendiga y la Virgen Santa la cuide».

La carta del Papa, según informa el medio español, está fechada el 2 de mayo, pero Bernardita la recibió el 13 de mayo. Era, providencialmente, el mismo día que enterraba a su hijo José, nacido dos días antes. José sólo vivió 40 minutos fuera del vientre de su madre, pero tuvo la oportunidad de ser bautizado.

Libres para amar y no para matar

 

La historia de Bernardita, José y su familia ha encontrado un eco especial en Chile. A finales de enero, el Gobierno de Michelle Bachelet presentó una propuesta para despenalizar el aborto en caso de riesgo para la salud de la madre, violación e inviabilidad del feto. La anencefalia que padecía José es uno de los casos extremos que se citan con más frecuencia para justificar el aborto eugenésico. El comienzo de la tramitación de la ley ha coincidido con los últimos meses del embarazo de Bernardita.

Cuando estaba embarazada de 25 semanas, Bernardita quiso compartir con la comunidad su experiencia y lo hizo escribiendo una carta que fue publicada el 11 de febrero por el diario El Mercurio. Su texto es el siguiente:

“Señor Director:

Hay dos maneras de mirar la vida. Tengo 25 semanas de embarazo. A las 13 semanas, se le diagnosticó a mi guagua “acraneo-anencefalia”; una vez que nazca, morirá. Fueron semanas difíciles, y como dice Mariela en su carta del 05/02/2015, difícil es que otros puedan entender la angustia e impotencia que se siente. Es un sufrimiento que se vive bien sola. El diagnóstico no cambiará. No vendrá un cráneo y un cerebro a posarse en la cabecita de mi guagua, pero mi disposición frente a este “sufrimiento” (en mi caso gracias a la fe) sí cambió, y con esto me cambió la vida.

Hoy vivo el mismo sufrimiento, pero sufrimiento de vida y no de muerte. Salgo de las ecografías llorando, pero de emoción, no de desesperación. Puedo sentir a mi guagua, tiene nombre, se llama José. Y para mí (para nadie más), ya nació. Vive dentro de mí y lo más lindo, es que vive por estar unido a mí. Para el resto del mundo, José nacerá en abril. Ahí podré abrazarlo, quererlo, conocerlo y será parte de mi familia para siempre. José no sufrirá ni tendrá penas. Yo lo hice y lo estoy haciendo en su lugar. No hay nada más satisfactorio para una madre que eso.

Ahora estoy en paz; pensé que nunca volvería a estarlo. Mi doctor me lo advirtió. Vendrá un tiempo de shock, de rabia y luego vendrá la paz. Yo ya pasé la barrera de las dos primeras. Invito a Mariela y a todas las madres a regalarles vida a sus hijos y no muerte. Pensar en ellos y no en nosotras. Aprovecharlo y no perdérselo.

Invito a la Sra. Bachelet a hacer conciencia de que, despenalizando el aborto, nos estaría impulsando a miles de madres a tomar una decisión de vida o muerte en un minuto en que nuestras cabezas se encuentran viajando por otro planeta. Y cuando volvamos, ya habremos abortado… y no habrá vuelta atrás. Pasemos la barrera de la angustia. ¡No tomemos decisiones arrebatadas! Después viene la paz ¡y nos sentiremos heroicas!

Bernardita Vial de Bärthold

Santiago, miércoles 11 de febrero de 2015.”