HUMO ABORTISTA

El Mercurio, 29 de enero 2017. A3

 

¿Qué debemos entender de la abstención de dos senadores del Partido Demócrata Cristiano en la votación del mentado proyecto de «despenalización» del aborto? Podrán darse varias explicaciones, pero, ¿qué significa el gesto? En una materia… Perdón, en «la» materia más delicada de la vida en común -la protección de esa misma vida-, es difícil entender la abstención. ¿Se abstienen de qué? ¿De despenalizar? ¿De no considerar «al que está por nacer» como persona? ¿Y cuándo se es persona, entonces? ¿Cuándo se nace? ¿Y antes qué se es, un engrudo de proteínas? Los romanos daban la personalidad civil al nacido, pero aún aceptaban tal condición al que era arrancado del vientre de su madre por la espada. No hemos avanzado mucho, parece; o más bien hemos retrocedido.

Tal vez solo se abstuvieron de votar, simplemente. Pero, y como sugería, ¿puede uno en conciencia abstenerse de votar en estas materias? Hay mucho humo en el ambiente, es cierto, y no estamos viendo bien. La ciudadanía desearía una sesión parlamentaria donde la única discusión fuera esta (con argumentos racionales y no temblorcillos de estómago): ¿qué o quién es el que está por nacer? Nuestra Constitución es clara al respecto: después de asegurar el derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de toda persona humana, reza: «La ley protege la vida del que está por nacer». O sea, ese «del» en nuestra Carta Fundamental es persona, es chileno.

por B.B Cooper.